Hay destinos que se quedan para siempre grabados en el alma, perdurando en el tiempo...Madeira se ha ganado mi alma de una manera pura y sobre todo ha quedado grabada en mi corazón de una manera eterna.
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Subida hacia el pico Ruivo desde Curral das Freiras |
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Entrada a meta (Miut-115) |
He tenido la suerte de disfrutar de los 115 kilómetros que separan Porto Moniz y Machico...suerte porque he vivido en soledad la noche de Madeira envuelto entre su vegetación selvática con un fuerte olor a eucaliptus que te hacia respirar un ambiente propio de una naturaleza idílica...afortunado en escuchar sus riachuelos entre la oscuridad acompañado de mi respiración y mis pasos, de encontrarme con su gente al grito de força!!! Madeira me ha brindado la oportunidad de trasladarme a lo salvaje de la naturaleza a sentirme libre entre su fauna y su flora...y entonces cuando te sientes atrapado te suelta y te deja ir hacia lo más alto sus picos Ruivo y Areeiro donde solo existe la opción de cerrar los ojos respirar hondo y querer volar...volar hacia Machico donde allí residía la meta de mi sueño, el sueño de conseguir enlazar Porto Moniz y Machico y cerrar mi primer Madeira Island Ultra Trail...ahora todo ha pasado pero os aseguro que si cierro los ojos puedo sentir todas esas sensaciones nocturnas y diurnas que mi cuerpo mente y alma vivieron hace unos días.
Me siento afortunado de poder seguir apuntando vivencias en mi libreta...afortunado por poder compartir esta aventura junto a Isabel, M.Angeles y mi hermana que han hecho que se escriba con MAYÚSCULAS, afortunado por teneros a cada uno de vosotros que habéis empujado desde la distancia....ahora hay que seguir buscando esa fortuna porque el ser afortunado pasa por nosotros por querer serlo a base de experiencias inolvidables!
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Junto a Isabel y M.Angeles antes de la salida. |
Obrigado e força!!!